EN LA SOMBRA DE SU AUSENCIA

 
Este monumento representa el impacto del Holocausto sobre las presentes y futuras generaciones. Su propósito es asegurar que la sociedad civilizada lleve consigo el conocimiento y el recuerdo del sufrimiento y dolor causado por el odio, cuando el ser humano es discriminado por su color, raza o credo. Este conocimiento es un arma en la lucha entre el bien y el mal, y actúa como un compás moral que guiará a las futuras generaciones para prevenir que tan inefable atrocidad vuelva a  suceder. Su intención es que sea relevante, significativo y universal.

Aquí, honramos a las víctimas, a los sobrevivientes y a aquellos que valerosamente se rehusaron a que tanto horror transcurriera bajo su impávida mirada. Aquí conmemoramos el Holocausto, asesinato sistemático de seis millones de judíos a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Esta matanza creó un gran vacío - la ausencia de aquellos que fueron parte de nuestro pueblo y nuestras familias, y la de las generaciones que no habrán de nacer – madres, padres, hijos e hijas – que hubiesen sido líderes y académicos, artistas y comerciantes, individuos cuyo potencial no fue ni será realizado.

Esta pieza curva de acero patinable cambia con el tiempo. Es una página rasgada de la historia, parte de la sagrada Torá; es una columna de humo de un crematorio a través de la cual se elevaron las cenizas. El borde superior está rasgado, representando la K’riah, antigua costumbre judía de rasgarse las vestiduras en señal de duelo, acto que manifiesta el sentimiento de angustia ante la pérdida de la vida y que nos exhorta a siempre recordar.

 
Vivimos en la sombra de su ausencia.

IN THE SHADOW OF THEIR ABSENCE

Artists: Michael Berkowicz and Bonnie Srolovitz

 

This Memorial is about the impact of the Holocaust on current and future generations. Its purpose is to ensure that civilized society carries the knowledge and memory of the suffering and pain that hatred causes when humans are targeted for their color, race or creed. This knowledge is a weapon in the struggle of good against evil, and acts as a moral compass to guide future generations to prevent unspeakable evil from happening again. It is intended to be relevant, meaningful and universal.

 
Here, we honor the victims, the survivors and those who refused to stand idly by while their neighbors were condemned to death. Here, we commemorate the Holocaust - the systematic murder of six million Jews by the Nazis during World War II. These murders created a tremendous void - an absence of those who were part of our people and our families and generations never born - fathers, mothers, sons and daughters - who might have been leaders and scholars, artists and businessmen, people whose potential was never realized and never will be.

 
This curved piece of weathering steel changes with time. It is a page torn from history, part of the holy Jewish Torah; it is a smoke stack of a crematorium through which the ashes rose. The top edge is torn, representing the Kri’ah, the Jewish tradition of tearing one’s garment, an act that manifests the anguish felt at the loss of life, urging us to always remember.


We live in the shadow of their absence.